Bogotá, 01 de junio de 2022
Después de intentarlo durante casi 10 años con 21 iniciativas de ley provenientes de todos los partidos e ideologías políticas, más de diez audiencias públicas y acuerdos y consensos con los gremios, este 1 de junio la plenaria de Senado aprobó en cuarto y último debate nuestro proyecto de prohibición de plásticos de un solo uso, un esfuerzo multipartidista que nació de la preocupación por la repercusión de la contaminación por parte de productos plásticos diseñados para ser usados una sola vez que son los que más se desechan y contaminan playas y océanos.
¿Por qué es importante esta iniciativa?
Porque Colombia da un paso importantísimo en su aporte responsable de empezar a sacar de circulación los plásticos de un solo uso que tanto daño le hacen al planeta, especialmente a los océanos, donde según la ONU cada año llegan unos 11 millones de toneladas de residuos plásticos. Y esta cifra podría triplicarse de aquí a 2040.
La Procuraduría asegura que cada colombiano desecha al año 24 kilos de plástico anualmente, y estos no se quedan solo en las ciudades, sino que terminan en los mares, ríos, manglares y otros ecosistemas naturales. Por ejemplo, nuestro río Magdalena, uno de los más importantes del país, ocupa el lugar 15 a nivel mundial en contaminación precisamente por estos agentes que son arrojados en sus aguas.
También hay implicaciones para la salud pública. Las cerca de 51 billones de partículas de microplásticos en el océano tienen altas probabilidades de ser parte de dieta de los peces y finalmente ser consumidas por el hombre. No hace falta señalar lo que generan este tipo de sustancias tóxicas y químicas en nuestro cuerpo.
El reciclaje es una apuesta útil, pero ha resultado insuficiente. Solo el 15% de los plásticos son aprovechados, es decir, más del 85% del total de estos residuos terminan en los rellenos sanitarios, unos sistemas que no dan abasto y que se encuentran al borde de una grave crisis sanitaria. ¿Cuál es la alternativa que planteamos con esta ley? Prohibir y reducir gradualmente la producción, comercialización, distribución y consumo de plásticos de un solo uso, aquellos que cuentan con una corta vida útil, para resguardar los derechos fundamentales a la vida, la salud y el goce de un ambiente sano.
La prohibición será gradual para 14 tipos de plásticos que saldrán de circulación entre dos y ocho años y tendrán que adherirse a procesos de economía circular:
- Los tipos de plásticos que ya no irán dentro de dos años son las bolsas de punto de pago utilizadas para envolver o transportar paquetes y mercancías; para embalar periódicos, publicidad y facturas, así como las utilizadas en las lavanderías para empacar ropa lavada; los rollos de bolsas vacías en superficies comerciales para paquetes y mercancías o llevar alimentos a granel; los mezcladores y pitillos para bebidas, los soportes plásticos para las bombas de inflar y los soportes plásticos de los copitos de algodón.
- Mientras que los envases, empaques, recipientes y bolsas utilizadas para contener líquidos o alimentos no preenvasados ya sea para para consumo inmediato, para llevar o para entregas a domicilio; Platos, bandejas, cuchillos, tenedores, cucharas, vasos y guantes para comer; el Confeti, manteles y serpentinas; las láminas de plástico para servir, empacar, envolver o separar alimentos de consumo inmediato o para entrega a domicilio; los mangos para hilo dental o porta hilos dentales de uso único; los empaques, envases o cualquier recipiente de materiales no reciclables o reciclados empleados para la comercialización de frutas, verduras y tubérculos frescos y los adhesivos, etiquetas o cualquier distintivo que se fije a los vegetales quedarán prohibidos al término de ochos años de estar vigente esta iniciativa.
De estas restricciones quedan exceptuados plásticos de un solo uso utilizados para propósitos médicos por razones de asepsia e higiene; la contención de productos químicos que presentan riesgo y envase de residuos peligrosos; conservación de alimentos, líquidos y bebidas de origen animal.
Resulta además clave señalar que la industria se pueda ajustar a la producción ambientalmente sostenible, por eso el gobierno deberá formular un Plan de Adaptación Laboral y reconversión productiva en trabajadores y empresas para la sustitución de productos plásticos de un solo uso por alternativas sostenibles.
Hoy hemos dado un paso enorme no solo por la conservación de nuestros océanos y mares sino también por la salud pública. ¡Tenemos la tan esperada ley sobre la prohibición de plásticos de un solo uso!