El proceso tiene tiempos estrictos y, como lo dicta la norma, ya venció el plazo para que aprobáramos el monto global del presupuesto, que este año quedó fijado en 557 billones de pesos para 2026.
Un valor inflado, que acarreará más deuda, y por ende una tributaria para los colombianos. Este es un paso fundamental porque define el techo de gasto que tendrá el Estado colombiano para el próximo año.
A partir de ahora, entramos en una etapa decisiva: la discusión detallada del resto del proyecto. Es aquí donde el Congreso deberá analizar cómo se distribuyen esos recursos entre los diferentes sectores, desde salud, educación y medio ambiente, hasta infraestructura y programas sociales. Cada peso aprobado tiene un impacto directo en la vida de los ciudadanos, por eso el debate es tan importante y requiere transparencia, responsabilidad y apertura al escrutinio público.
Les estaremos contando de manera permanente cómo avanza este proceso, cuáles son los puntos de mayor discusión y qué implicaciones tiene cada decisión para el futuro del país.