La reforma política que se hundió formalmente en la Comisión Primera de Senado era a todas luces inconveniente, no podemos estar legislando auto-ventajas, privilegios y gabelas a políticos actuales.
El próximo año, ya pasados los comicios, tenemos que avanzar seriamente en una reforma real y estructural a nuestro sistema político y electoral que apunte a fortalecer la democracia, obtener partidos más robustos y representativos, acabar las microempresas electorales y atacar el corrupto sistema clientelar.
Son varios elementos los que consideramos necesarios abordar de cara a una futura iniciativa, que si o si debe darse en este Congreso.
- Necesitamos una institucionalidad electoral independiente. La selección de sus integrantes no puede seguir estando ligada a los intereses de los partidos y a la proporcionalidad de su tamaño en el Congreso.
- Primero 1 que 2. Antes de entrar a hablar de listas cerradas y bloqueadas es pertinente dejar reglas claras sobre la democracia interna de nuestros partidos.
Se hace necesario establecer mecanismos que ofrezcan garantías de igualdad para la selección de candidatos a los distintos cargos de elección popular; lo anterior también debe aplicar a las autoridades y directivas de los partidos reconociendo los resultados electorales y la militancia. - Actualmente nos enfrentamos a una dramática atomización del sistema de partidos, algo que no veíamos desde hace mucho tiempo. Tenemos que tomar medidas frente al umbral, que es el mínimo de votos que requiere un partido o una lista para acceder a la repartición de curules en el Senado y lograr la personería jurídica.
La reforma de 2003 lo introdujo con un porcentaje del 2% que aumentó en 2009 al 3%. Proponemos un aumento gradual de esta figura al 4% y posteriormente al 5% en períodos de transición que comprendan tres ciclos electorales. - Las coaliciones. Actualmente se permite para aquellas listas que sumadas tengan hasta el 15% de los votos. Queremos mantener ese límite para proteger las minorías sin embargo consideramos pertinente que aquellos que acudan a esta figura se fusionen y se organicen como un solo partido.
- Llegó la hora de reglamentar las escisiones. Actualmente están estipuladas en los estatutos de cada partido, pero no hay un marco legal para todos. Proponemos que esta sea posible después de que el partido tenga por lo menos 10 años de vigencia y que quienes recurran a ella lleven en la colectividad por lo menos 8 años como miembros.
- Límite a la reelección de tres períodos constitucionales a elegidos en corporaciones públicas para promover el pluralismo y la participación política de nuevos actores.
- Hoy se presentan dudas sobre la fórmula utilizada para las circunscripciones étnicas para el Congreso por problemas ligados a la falta de representatividad de quienes resultan electos, la exacerbada fragmentación de listas y comunidades participantes y la baja participación en los distintos comicios.
Proponemos que en las listas de todos los partidos incluyamos a integrantes de estos grupos étnicos para que realmente logren permear la dinámica del Congreso. - Con un nuevo diseño institucional independiente e idóneo podríamos avanzar en el Sistema Electoral Mixto para la Cámara de Representantes. En la práctica es crear unos distritos uninominales más pequeños que las actuales circunscripciones (departamentos) que permita mayor claridad y responsabilidad en la relación entre representante y elector y a la vez refleje de la manera más fiel posible la diversidad de intereses de la ciudadanía.
- ¡Paridad ya! Se encuentra en tercer debate nuestro proyecto que reforma la ley de cuotas pasándola del 30% vigente hace 22 años al 50% en cargos decisorios.
- Reducir la edad para ser parte del Senado. Actualmente el requisito es tener 30 años, proponemos bajarlo a 25 años, el mismo tope existente para la Cámara de representantes.