Estados Unidos, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero, se había comprometido a reducir entre 26 y 28% sus emisiones para 2025.
Reducir emisiones de gases de efecto invernadero es ante todo una decisión económica; gases como el CO2 afectan directamente la intensidad de las economías basadas en combustibles fósiles.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump, como lo había predicho, abandona el Acuerdo de París dando la espalda a 193 países incluso Corea del Norte. Estos 193 países se habían comprometido a luchar contra el cambio climático controlando sus emisiones de gases invernadero para reducir las posibilidades de que la temperatura del planeta suba. El propósito es mediante políticas a mediano plazo que promuevan el uso de energías limpias dejar de lado gradualmente los combustibles fósiles.
Ahora Estados Unidos se une a Siria y Nicaragua, siendo los únicos países que no están suscritos al Acuerdo de París.
El presidente Trump afirmó que ahora las agencias gubernamentales ya no estarán obligadas a considerar las consecuencias ambientales de sus regulaciones. Desconociendo el cambio climático y las consecuencias del uso de combustibles fósiles dejando que los países en vías de desarrollo que no son grandes emisores ahora tengan que lidiar con el problema.
Anteriormente ya EEUU había eludido un acuerdo para luchar contra el cambio climático: el Protocolo de Kyoto, que fracaso porque dejó en desventaja económica a los países que sí lo firmaron.
Sólo es posible avanzar si las principales economías se comprometen simultáneamente a controlar el problema en casa.
Alemania luego de estas declaraciones anunció que va a ser ahora la cabeza visible del Acuerdo de París.
A continuación puedes ver un documento que explica en detalle de que se trata el Acuerdo de París.