Ante la plenaria del Senado, Angélica Lozano fue enfática al señalar que aprobar la apelación de la reforma laboral es el camino más expedito para garantizar y ampliar los derechos laborales. En cuanto a la consulta popular, reiteró su propuesta de que esta se realice después de las elecciones presidenciales de 2026.
Si de verdad quieren garantizar los derechos laborales, aprueben la apelación de la reforma laboral, eso nos da 38 días para aprobarla en tercer y cuarto debate. ¿O lo que quieren es hacer campaña con plata pública? Sincerémonos, no jueguen con los mecanismos de participación ciudadana”, señaló la congresista.
De seguir ese camino, la comisión que designe el presidente del Senado para el tercer debate deberá tramitar con rapidez el articulado, de manera que la plenaria pueda realizar el cuarto y último debate. A esto se suma el proceso de conciliación del proyecto.
Hay leyes de similar envergadura e importancia que han podido salir adelante con la misma limitación de tiempo, por ejemplo, la ley estatutaria agraria; la ley Sara Sofía; la reforma al Sistema General de Participaciones y hasta la Paz Total, también de iniciativa del gobierno”, explicó Lozano, quien resaltó que, con la debida articulación y diálogo, es posible alcanzar un consenso que permita contar con una ley que promueva los derechos laborales antes del cierre de la legislatura.
Respecto a la consulta popular, manifestó que la mejor forma de blindarla sería desligándola del calendario electoral, alternativa que estaría dispuesta a apoyar.
¿Queremos una campaña de consulta popular con presupuesto público? Esto influiría en las elecciones de Congreso y Presidencia”, argumentó la senadora, quien recordó que esa fue una condición establecida para la Consulta Anticorrupción, la cual se cumplió, ya que se votó después de la segunda vuelta presidencial en 2018.
Finalmente, Lozano respondió a las críticas de algunos sectores que sugieren que la apelación de la reforma es apenas un paño de agua tibia para calmar los reclamos en torno a los derechos laborales.
La apelación a la reforma laboral no busca hacerle conejo a nadie. Oponerse a esta alternativa realista muestra cuál es el interés real detrás de la consulta popular”, concluyó.