Este martes ante la Plenaria del Senado presentamos los argumentos por los que rendimos ponencia negativa a la Reforma Política que se debate en el Congreso. A través de un cambio en las reglas del juego quieren acabar con el pluralismo político, promover el transfuguismo y garantizar que la clase política tradicional se perpetúe en el poder.
El verdadero propósito de esta reforma es el transfuguismo, con el objetivo de solucionar el cambio de posturas políticas de los partidos afines al Gobierno. Esta es una reforma política simplista que no soluciona, ni garantiza los problemas de confianza de la ciudadanía, representatividad y pluralismo.
Con esta se retorna al país del Frente Nacional, en donde unos pocos tenían el poder político y además permite que en las elecciones de 2019 se pueda cambiar de partido sin incurrir en doble militancia y crear partidos nuevos con solo la firma del 25% de los miembros de una bancada, retornaríamos a la proliferación de partidos políticos.
La Reforma Política con la propuesta de Senado Regional perjudica a los partidos pequeños como el Mira, Justa y Libres y Polo Democrático que perderían curules al punto de casi desaparecer y beneficia a partidos mayoritarios como el Liberal, Centro Democrático y Conservador, quienes incrementarían sus curules en todo el país.
El proyecto de Reforma mantiene la elección de los miembros del Consejo Nacional Electoral por el Congreso, lo reduce de nueve a tres integrantes, y lo politiza de manera tal que los partidos alternativos o que no están en la coalición de Gobierno no tendrán espacio en dicha instancia, conservando el dominio de esta autoridad electoral por parte de los partidos tradicionales. En toda la historia del CNE hasta el año 2014, sólo 3 integrantes han representado a los partidos de oposición.
Si bien la lista cerrada da coherencia a los partidos y facilita al ciudadano decidir y delegar qué programa y partido lo representa, la lista cerrada en esta Reforma Política nos retorna al bolígrafo, y permitiría reelegir “por una sola vez” a los actuales Congresistas, Concejales y Diputados, habría una reelección sin elección del actual Congreso para el periodo 2022 – 2026.
Además, se consagra la posibilidad de que las bancadas de Senado y Cámara puedan con el 25% de sus firmas crear un nuevo partido político. Este tipo de disposiciones demuestran la verdadera intención que hay detrás de esta reforma política.
Este cambio en las reglas de juego si bien no aparece en los textos de la ponencia de la Reforma, se hará vía proposiciones, fortaleciendo a los partidos tradicionales y debilitando el pluralismo actual del Congreso que hoy cuenta con representación de diferentes movimientos y partidos políticos. Las votaciones de las pasadas elecciones presidenciales y de la Consulta Popular Anticorrupción, votada por 11.674.951 de colombianos reflejan un mensaje claro de la ciudadanía a la clase política tradicional, que responde a este llamado con un ataque frontal al pluralismo y aferrándose al poder.
Prueba de ello es la decisión del día de hoy de la Plenaria de la Cámara de Representantes, que con 69 votos a favor y 53 en contra decidió archivar y darle muerte al proyecto que pretendía limitar el periodo en los cuerpos colegiados a máximo tres periodos en el cargo.