En Colombia los procesos civiles y de familia como la demanda de alimentos, la restitución de inmuebles arrendados o los divorcios duran entre 2 y 3,7 años.
Por eso queremos que la justicia virtual se vuelva permanente para descongestionarla, agilizar los procesos judiciales, flexibilizar la atención de los usuarios y ampliar las herramientas digitales. Es decir, que las personas puedan radicar, diligenciar o tener audiencias por medios digitales para que no tengan que desplazarse físicamente a los juzgados.
La virtualidad de la justicia fue implementada en el marco de una emergencia sanitaria, pero llegó para facilitar la vida y el acceso a la justicia de los y las colombianas.

¿Cuáles son las ventajas de la justicia virtual?
- Eficiencia. Mejor funcionamiento de la justicia con una reducción de gastos en papelería, tiquetes o desplazamientos.
- Más tiempo. Fiscales, jueces o abogados no gastan tiempo desplazándose a los juzgados y eso permitió acelerar los procesos con audiencias virtuales.
- Cambio de mentalidad. Los operadores de justicia reconocen que los trámites judiciales se pueden hacer de forma virtual.
¿Cuáles son los mayores retos de la justicia virtual?
- Baja cobertura digital del país: según el DANE solo el 56,5 % del país cuenta con acceso fijo a internet. Debemos ampliar el acceso a internet en áreas rurales. ¡La justicia no se puede alejar de los ciudadanos!
- Unificación de las tecnologías para administrar la justicia. Los despachos y circuitos no tienen los mismos requisitos para definir cuándo se pueden enviar correos o los días en los que se profieren los autos.
- Fortalecer la seguridad para conservar y proteger los expedientes digitales.
- Dificultad de evaluar pruebas de manera presencial.