El Proyecto Soto Norte abarca una extensión de 380 hectáreas y se desarrollará principalmente en los municipios de California y Suratá (Santander) para ser ejecutado mediante la aplicación de un sistema subterráneo de explotación minera cuya producción anual es de 2,6 a 3 millones de toneladas de mineral útil para una producción promedio anual de 410.000 onzas de oro.
VALOR ESTIMADO DEL PROYECTO: 1.466.486.176 USD
Minesa, empresa de propiedad cien por ciento de Mubadala, un fondo de inversión y desarrollo del gobierno de Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos, pretende extraer durante 25 años, nueve millones de onzas de oro, pirita y cobre, en inmediaciones de ese ecosistema que surte de agua a 30 municipios de Santander y Norte de Santander (incluída el área metropolitana de Bucaramanga).
El proyecto minero, conocido como Soto Norte, estará ubicado a cinco kilómetros del casco urbano de California, Santander. Según la propia empresa, la mina tendrá un área de influencia de más de 2.000 hectáreas. La operación iniciaría en el año 2021 y la vida útil del proyecto es de 25 años, aunque hay debate sobre cuánto tiempo durarán los efectos de la explotación una vez la empresa se retire, y quién se hará cargo de los mismos, pues Colombia no tiene reglas claras sobre los pasivos mineros de largo plazo.
En mayo pasado Minesa firmó un pacto público que contiene cinco compromisos para adelantar la explotación en la región. Entre estos compromisos se encuentran respetar los límites del páramo de Santurbán –el proyecto se ubica a 2.600 metros sobre el nivel del mar, mientras que la línea de páramo está a 2.800–; la prohibición para usar mercurio o cianuro en la mina Soto Norte; no afectar la cantidad ni calidad de agua para Bucaramanga y fortalecer la minería tradicional en la región.
Se planea hacer una mina subterránea, y no utilizarán ni cianuro ni mercurio, entre otras porque el oro, no será completamente extraído en Colombia. Sin embargo, en Santurbán existen altas concentraciones de arsénico, un elemento altamente tóxico para la salud humana que puede producir enfermedades neurológicas y cardiovasculares, y en algunos casos la muerte.
Aunque el proyecto de Minesa no está dentro de la jurisdicción del páramo que se delimitó en 2015, la distancia de la mina a la zona protegida es de 140 metros, y el radio de impacto calculado por la misma minera está a solo 37 metros de la fábrica de agua más importante del oriente del país. El debate se centrará en el impacto que puede tener una mina subterránea debajo de esa línea, pues de alguna manera, ese ecosistema no es una superficie sino un sistema, lo que significa que incluye el subsuelo. La pregunta que deberá resolver la ANLA (Asociación Nacional de Licencias Ambientales) es si la propuesta de Minesa tendrá efectos inaceptables en la hidrogeología del páramo, vital para que ese entorno natural siga cumpliendo con su función como fábrica de agua de Santander.
PUNTOS IMPORTANTES PARA TENER EN CUENTA
- NO es claro, cómo Minesa garantizará un mínimo impacto en el medio ambiente, si persé su proyecto implica romper una montaña que está llena de caudales subterráneos de agua pura que abastecen parte del caudal de los ríos que llegan a las áreas pobladas.
- El proyecto estará por encima del punto en el que el acueducto toma el agua para abastecer a Bucaramanga, el riesgo de que exista contaminación de caudales está entre el 15 y el 20 por ciento, según la estimación de la misma minera.
- La empresa tuvo años para preparar sus estudios, mientras las comunidades solo tendrán algunos meses para pronunciarse –algunos dirán que solo un día, el de la audiencia pública ambiental– antes de que la autoridad decida. Esa desigualdad en el campo de juego, injusta e inconveniente, es fruto de una mala reglamentación del licenciamiento y puede ser la mecha para que estalle un conflicto ambiental. El país no puede salir de un conflicto armado para entrar en tensiones por el agua.
- La Corte Constitucional ha dicho que los páramos deben ser protegidos, ya que son fuentes de agua, sumideros de carbono y reservas de biodiversidad. Por ese motivo, la minería en páramos está prohibida en Colombia. Luego de un intenso debate público, ese tribunal ratificó tal prohibición en 2016. En tiempos de cambio climático, el país debe honrar sus compromisos internacionales y conservar los ecosistemas que ayudan a mitigarlo.
FASES Y ACTIVIDADES DEL PROYECTO
- Preparación: la primera fase del proyecto, con una duración mayor a 3 años, incluye todas las actividades previas realizadas hasta la obtención de la licencia ambiental.
- Infraestructura: se estima que la duración de esta fase será de 2 años.
- Desarrollo: se ha contemplado que esta fase dure 2 años.
- Operación: esta fase se desarrollará en 21 años. Las principales actividades son: extracción del material, beneficio y tratamiento de relaves.
- Abandono, cierre y postcierre: tiene una duración mínima de 12 años. Se realizará el desmantelamiento y la demolición de la infraestructura o la adecuación de construcciones que puedan ser útiles a futuro.
ESTA PELEA NO ES NUEVA
La pelea por Santurbán lleva años. En 2011, el Ministerio de Ambiente –en ese entonces no existía la Anla- negó la licencia ambiental a la empresa Eco Oro para hacer una mina a cielo abierto en Santurbán, principalmente porque el proyecto se encontraba en área de páramo. Posteriormente, el Banco Mundial retiró su inversión de la mina. Desde entonces, Bucaramanga ha presenciado multitudinarias marchas en contra de la minería en ese ecosistema, la próxima de ellas, el 6 de octubre. Se trata de un conflicto ambiental que es seguido con atención dentro y fuera de Colombia.
PARA AYUDAR A CONSERVACIÓN DEL PÁRAMO
Solicitamos que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ANLA encargada de expedir la licencia ambiental y que actualmente se encuentra en etapa de evaluación, solicite a Minesa que se amplíe el área de influencia del proyecto, es decir que no solo se tenga el área de Sotonorte sino también se amplíe al área metropolitana de Bucaramanga y los municipios vecinos.
De igual forma, solicitamos se realice la Audiencia Pública Ambiental en la que se incluya la voz de toda la comunidad, es importante que previo a la audiencia se realicen reuniones de socialización del estudio de impacto ambiental para que la comunidad esté informada del impacto que va a tener este proyecto en su región.
Por último, teniendo en cuenta que este proyecto es de interés nacional se realice divulgación de las reuniones informativas a través de las página web de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ANLA. Esperamos que estas socializaciones del proyecto sean pedagógicas teniendo en cuenta la complejidad y el carácter técnico del proyecto.